viernes, 21 de septiembre de 2007

Niebla

Ares



Eran las ocho de la mañana cuando llegó al pueblo. La nubes habían descendido cubriéndolo todo, derramándose en forma de niebla espesa.

Ni siquiera las fotos salían nítidas.

Harían apenas ocho grados, y eso, que sólo era mediados de septiembre. Por otra parte, el aire olía a lluvia. -No tardará en ponerse a llover-, pensaba.

No había ni un alma por la calle. Sólo los perros se atrevían a cruzar el pueblo. Mientras subía la cuesta cómo todas las mañanas, pensaba que realmente el plan consistía en sobrevivir.

Sólo sobrevivir.

Escucho: Cristina Rosenvinge. Teclas Negras.

3 comentarios:

BUDOKAN dijo...

Siempre me llamó la atención de una manera especial la niebla sobre todo porque me gusta el tinte que le da a las ciudades. Saludos!

Anónimo dijo...

Me gusta la niebla. A mí y a John Carpenter, de hecho. Y a Jack the ripper también le gustaba, pero por otros y maléficos motivos. Le da una textura a las cosas cuasi mágica. En fin, buena foto.

Casiopea dijo...

Muchas gracias, por aqui, por Ares, casi todos los días, hay niebla espesa ; )