lunes, 24 de mayo de 2004

Film

En Almussafes no hay mar. Pero yo lo veo todos los días al volver del trabajo. La carretera bordea los campos de arroz que se extienden por la totalidad del horizonte. Hasta allá donde me alcanza la vista veo mar dividido en parcelas cuadradas. El mar en ese momento tiene música, y voz, una voz muy rota y bella. El sol del atardecer se refleja en el agua, ahora azul-anaranjada. Los coches flotan en el mar. La mirada se me pierde. Los pensamientos toman vida propia. La cinta de Tom Waits llega a su fin y en ese instante, de nuevo, mi vida toma apariencia fílmica. Sueño que estoy en un bingo y canto línea, y después bingo. Woody Allen ríe. En el salón sonrío al ver cómo te esfuerzas con los pasos de baile, y tú agradecido, me acaricias la cara. Almodóvar canta. El alquitrán me hace resbalar. Buñuel llora. Frases escritas en secreto pero con arrojo. Los hermanos Cohen asienten. Los pétalos se abren poco a poco ofreciendo su belleza al mundo.Porque ahora, llevo ventaja. No me preguntes dónde estoy, pero llevo ventaja.

Escucho: Lori Meyers, viaje de estudiosLeo: Gabriel García Márquez, vivir para contarla.

miércoles, 5 de mayo de 2004

No-retorno.

Hay un momento de inflexión. Un momento en el que sabes que si sigues por ahí te estrellarás pero nada puede evitarlo. Sabes que tarde o temprano perderás. Amar es estar dispuesto a perder. A no tener y no guardar. Yo lo veo así. Es ahora o nunca. Es anteponer la felicidad de otra persona a la tuya. Y saber que perderás por ello. Perderás tiempo. No habrá servido de nada. Amar es derrochar ganas. Sabiendo que estás llegando al punto de inflexión. Al punto de no-retorno. Al punto de asustar o convencer. Al punto donde sabrás que has perdido. Para mi, hasta el día de hoy, amar es esquivar las vicorias. Seguro que eso cambiará. Fijo.