¿Sólo uno?... Me siento como aquel personaje de "El porqué de las cosas" de Quim Monzó, al que se le apareció un duende que le concedió un único deseo que tenía que formular en unos pocos minutos a riesgo de perderlo... y terminó, ante las dudas, por pedir otro duende con él.
2 comentarios:
Que te toquen el cuerpo cuando caigan, ojalá...
¿Sólo uno?... Me siento como aquel personaje de "El porqué de las cosas" de Quim Monzó, al que se le apareció un duende que le concedió un único deseo que tenía que formular en unos pocos minutos a riesgo de perderlo... y terminó, ante las dudas, por pedir otro duende con él.
Publicar un comentario