Después de que pasaran tres años arranqué estos diamantes rojos (a mordiscos) de su camiseta. Si vuelvo a ver borroso, me los pegaré en las pupilas. Dentro de los ojos. Para que todo siempre sea rojo.
Rojo diamante.
Escucho: Buenas Noches Rose: "no me importa morir descuartizado en tus manos estimada hermana (presidenta) (pero)"
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