martes, 8 de junio de 2004

Abrazo.

Me cogió de la mano y yo le seguí. Extendió sus brazos y me rodeó con ellos. Sin darme cuenta nos estábamos abrazando. Fuertemente. Fué como si él se hubiera vaciado y necesitara la cercanía de otro ser humano para no deslizarse en el agujero negro, profundo de las dudas. -"Tenía muchas ganas de verte", me dijo al oído sin separarse. No supe qué decirle. Me Acariciaba la espalda. Jugaba con sus dedos despacio entre mi pelo largo y rizado. Decidí que aquello era inevitable, entonces apoyé la cabeza en su hombro y me acurruqué. Ya no oía a Wilco, ya no veía a nadie más, cerré los ojos y me concentré en todo lo que estaba sintiendo: su respiración acompasada, su corazón, mis manos acariciando su espalda, la calidez de su aliento. Su olor; el mejor olor. El sonido cristalino de sus besos en mi cuello.Hacía mucho tiempo que nadie me abrazaba así.Y ahora no sé qué hacer.

Escucho: Ryan Adams- I see monsters
Leo: La mujer habitada- Gioconda belli.

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